Estimados compañeros y compañeras:

El año que está llegando a su fin ha sido otro año de luchas importantes en la larga historia de la FSM. El XVIII Congreso Sindical Mundial que tuvo lugar en Roma, Italia del 6 al 8 de mayo de 2022 bajo el lema “¡Seguimos juntos! Por la satisfacción de nuestras necesidades contemporáneas, contra la barbarie imperialista-capitalista”, sin duda constituye un gran hito para el movimiento sindical clasista internacional. Este histórico XVIII Congreso ha reafirmado el carácter antiimperialista y antifascista de la FSM y su compromiso con la lucha por la liberación de la clase obrera de las cadenas capitalistas.

El año 2022 fue marcado por la agudización de las rivalidades imperialistas por el control de los recursos y mercados globales. La invasión de Rusia y la guerra en Ucrania socavan el derecho inalienable de los pueblos a vivir en paz, desencadenando al mismo tiempo graves repercusiones y afectando las condiciones de vida de la clase obrera a nivel mundial.

EEUU, la UE y la OTAN intentan presentar la situación como una guerra entre el liberalismo y el autoritarismo, con la esperanza de que así se silencie su propio papel criminal. Pero este papel sucio se ve claramente en tantas guerras e intervenciones imperialistas: Palestina, Siria, Irak, Afganistán, Libia, Yugoslavia, Chipre y tantos otros lugares, así como en los embargos a Cuba y Venezuela y tantas sanciones y guerras económicas. La paz no está siendo protegida por más militarismo o patrocinio de todo tipo de nacionalistas y fascistas de extrema derecha. La paz no puede basarse en bloqueos, sanciones y guerras económicas.

La FSM lucha por una paz permanente y estable, por la disolución de la OTAN y de todas las coaliciones militares y por la abolición de las armas nucleares.

Mientras continúan las guerras imperialistas, los trabajadores de todo el mundo, agotados después de la pandemia de Covid-19, enfrentan una vez más las consecuencias de una nueva crisis capitalista. El aumento incontrolable de los precios, especialmente el alza de precios de los bienes necesarios para la vida diaria, así como la “pobreza energética”, son otra forma de recortar salarios y proteger y aumentar las ganancias. De esta forma, buscan que la factura de la pandemia y la crisis económica así como la guerra de la OTAN con Rusia en Ucrania, la paguen la clase obrera, los jubilados, los campesinos y la parte más pobre de los cuentapropistas.

La clase obrera de todo el mundo con sus luchas incesantes se niega a pagar la crisis capitalista y las guerras imperialistas. Los afiliados de la FSM están al frente de estas luchas exigiendo la satisfacción de las necesidades contemporáneas de los trabajadores en todos los niveles: de salario, empleo, social seguridad, cultura.

Durante los últimos meses, fueron las luchas y movilizaciones de los sindicatos las que se interpusieron en el camino de las políticas anti-pueblo que querían trabajadores sumisos y sin voz. En incontables ocasiones, miles de trabajadores salieron a las calles dando fuerza y optimismo a todos para romper ese clima de miedo, intimidación y represión. Lucharon por una salud gratuita e inclusiva para todos, el respeto e implementación de las libertades democráticas y sindicales, el aumento inmediato de salarios y pensiones, la protección del poder adquisitivo y el nivel de vida de los trabajadores, así como por la satisfacción de los intereses de los estratos populares.

La detención del recién elegido secretario general de la Confederación Sindical Internacional (CSI), Luca Visentini, por escándalo relacionado con el encubrimiento de terribles crímenes cometidos contra miles de trabajadores, saca a la superficie una vez más la necesidad de intensificar las luchas para proteger la autonomía y la orientación de clase de los sindicatos, lejos de la burocracia, la corrupción y la manipulación por parte del capital y la patronal. La incorporación a la políticas neoliberales y antiobreras, la ausencia de una reacción sustancial, coexiste claramente con la corrupción.

La Federación Sindical Mundial y sus cientos de afiliados desde 133 países de los 5 continentes, que representan a más de 105 millones de trabajadores, seguirán siendo los pioneros de la clase obrera, al frente de las luchas, armados con las decisiones de su XVIII Congreso Sindical Mundial y con su historia militante como brújula.

Intensificará la coordinación y la lucha por:

– La continuación de la masificación y de la trayectoria ascendente registrada por el movimiento sindical clasista en los últimos años.

– La coordinación de la acción y las luchas del movimiento sindical clasista organizado en todo el mundo, equipándolo con la información y las herramientas necesarias para que las luchas sean aún más preparadas y eficaces.

– El mayor desarrollo de la solidaridad internacionalista, la cooperación y la acción conjunta coordinada de los pueblos y los trabajadores con los sindicatos clasistas en cada país como una frente.

– La profundización de la intervención en las Organizaciones Internacionales en las que participa la FSM, con el objetivo de proyectar más eficazmente las demandas e intereses de la clase obrera.

– La lucha contra la discriminación en todas sus formas y la puesta de relieve de las cuestiones particulares relativas a las mujeres trabajadoras y los trabajadores jóvenes.

– La preparación de la salud y seguridad de los trabajadores y del ambiente de trabajo, así como el desarrollo humano sostenible con el cambio climático a la cabeza.

Mientras nos preparamos para dar la bienvenida al año 2023, confiamos en que el movimiento sindical clasista internacional está listo y bien preparado para allanar el camino para las luchas futuras, para la defensa de los intereses de los trabajadores y la satisfacción de sus necesidades contemporáneas. Por un mundo sin guerras e intervenciones imperialistas, sin ningún tipo de discriminación y explotación del hombre por el hombre.

Feliz y Militante Año Nuevo,

Unidos Seguimos.

El Secretariado

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